Desenfrenados.

Gobierno sin gestión es solo corrupción

En el mundo cuando se habla de trenes se habla de seguridad, cuando alguien debe tomar una decisión en el mundo ferroviario primero debe pensar en la seguridad y después en todo lo demás.
Normalmente quien quebrante esta regla le va mal o muy mal.
Hemos conocido en estos días el informe de los delegados del sarmiento de la formación 1, la experimental, de la cual ya hemos hablado en esta columna.
Recordemos que esa formación, la que hoy se encuentra detenida porque entre el maquinista y el guarda debieron romper el controler a patadas para lograr que el tren aplique frenos llegando a Once, es la que se usara como modelo de los vehículos que el Estado le encargara a Enfer (ex fabricaciones militares San Martin, hoy en manos del grupo Sirigliano).
Volviendo al tema de la seguridad, ya desde los tiempos de Westinhouse, que fue quien creó los frenos de aire comprimido del tipo de los que usa el Thoshiba ahora devenidos a Puma, siempre la señal de freno viajo por un tubo, el cual si se rompía o perdía su presión  el tren se detenía  automáticamente.
El freno del Thoshiba agregaba un segundo tubo, llamado equilibrarte que era el que suplía la falta o deficiencia de algún compresor con los de los coches vecinos y lograba de esa manera frenar parejo todo el tren.
Digamos de paso que esta tecnología se sigue usando en todo el mundo y que por más que se agregue electrónica que permite chiches como el anti patinaje y otras mejoras que permite la electrónica, el caño de Westinhouse se conserva, ya que es el reaseguro que cuando todo falle el tren seguirá frenando.
Todos los que usamos computadoras sabemos que esos versátiles instrumentos son infinitamente útiles pero que tiene la mala costumbre de plantarse, o colgarse,  normalmente cuando más los necesitamos.

La formación 1, según nos cuenta el informe de los delegados, incorpora en su mecánica modernos PLC que no son más que computadoras industriales de tablero, equipos estos con todas las mañas, virtudes y defectos que la computadora donde Usted está leyendo esta nota.
Hasta aquí todo bien, excepto que por un problema de reducción de costos, los Sirigliano Boys, eliminaron el sacrosanto caño de Westinhouse y lo reemplazaron por un bus (o sea un simple cable) que recorre todo el tren y que cuando el maquinista decide frenar envía una serie de pulsos por ese bus para indicarles a los otros PLC de cada uno de los coches que deben frenar.
En el país de la fantasía esto estaría bien, pero en la realidad, como ya dijimos las computadoras acostumbran a colgarse y siempre en el momento menos oportuno, es decir si la computadora se cuelga, como ya paso, simplemente ya no habrá freno porque el sacrosanto caño de Wewstihouse simplemente ya no está.
Bueno llegado a este punto pueden ocurrir dos cosas cuando todas las formaciones  sean como la actual 1, que la tecnología de los Sirigliano Boys sea la primera en dejar de usar el caño Westinhouse o que los accidentes como la tragedia de Once sean tan comunes que ya ni siquiera salgan en los diarios.
CNST