junio 21, 2012

Relevo.


Gobierno sin gestión es solo corrupción
Uno de los mayores problemas que afrontaron nuestros ferrocarriles después de su nacionalización a manos del Gral. Perón fue la sistémica incapacidad de nuestra burguesía vernácula de  manejar y solucionar los problemas de la clase obrera.
Como consecuencia de esa incapacidad se sucedieron durante nuestra historia reciente numerosas luchas que al no poder ser resueltas a favor de la burguesía eran después contestadas con la anulación de servicios y ramales.
Es así que entre otras cosas en la década de los sesenta perdimos el trafico de ganado en pie y luego el trafico difuso, marcando así un camino de deterioro sin remedio a nuestra querida empresa estatal.
La última gran lucha fue en contra de las privatizaciones, lamentablemente en ese momento la opinión pública nos jugo en contra y no solo perdimos la empresa, si no que en los sillones de nuestros sindicatos se sentaron burócratas que aun no hemos podido remover.
Sin los aparatos sindicales del lado de los trabajadores, la lucha se fue haciendo mucho más  difícil, mucho más lenta, pero no dejo de darse.
Ya en la etapa de las privatizadas los trabajadores del Sarmiento nos llenaron de gloria con sus luchas, mientras “nuestros” dirigentes, como el caso del Reo PEDRAZA nos llenaban de oprobio lucrando con la necesidad de los compañeros y habiendo negocios que destruyeron la línea férrea mas importante que alguna vez tubo este país el Fc Belgrano
Empezaba una etapa desconocida en nuestro país donde el propio estado era el evasor, así por ejemplo en el FC de la Provincia de Bs As durante años no se realizaron aportes salariales y la mayor parte del personal estaba contratado con contratos basura.
No fuimos el único gremio que soporto este tipo de injurias, por ejemplo los maestros en un momento llegaron a cobrar más de la mitad de su sueldo en negro, algo inconcebible en otros tiempos.
La cosa sin embargo no termino allí y empezó la etapa en que a los trabajadores se les cobraba impuestos, además de castigárselos perdiendo derechos adquiridos, como el salario familiar, si ganaban más de un mínimo que muchas veces era menos que lo que deberían recibir por ese salario.
La carga impositiva sobre los asalariados superaba un 50% si consideramos el IVA y el impuesto a las ganancias.
Mientras esto ocurría los niveles de corrupción dentro del gobierno alcanzaban alturas pocas veces vistas, funcionarios que recibían aviones privados de regalo, lujosas mansiones, o sospechas de cohecho hasta en la impresión del papel moneda mientras que las cuentas no cerraban y la presión se ejercía siempre sobre los que menos tenían.
Errores estratégicos groseros  que olían a cohecho por todos lados obligaban a una política energética por lo menos dudosa
Errores, impericia o mala praxis económica que hacía que el dinero de las arcas del estado se evaporase rápidamente sin dejar rastros lo cual obligaba a aumentar la presión impositiva sobre los trabajadores, ya no solo era la plusvalía, ahora también era la carga impositiva la que debíamos llevar en los hombros los trabajadores.
Los ferroviarios si bien seguimos luchando, la prueba es esto que estás leyendo, tenemos muy minado nuestro poder de fuego, es por ello que nuestras históricas banderas en defensa de nuestra clase, los trabajadores, hoy las llevan los camioneros y es por eso que hoy nos encontramos junto a ellos.
CNST