Alrededor de 5.000 ferroviarios vamos a entrar en paritarias el próximo 28 de febrero. Somos los trabajadores de la Unión Ferroviaria que prestamos servicios en las líneas suburbanas entre Capital y el Gran Buenos Aires.
En TBA, el ingreso más bajo de los compañeros ronda los $2.100. Y vamos por más.
A mitad del año pasado nos dieron $450 a cuenta de futuros aumentos. Y en enero de este año 500 pesos por única vez, para que no tomáramos alguna medida justo a fin de año.
Ahora vamos a las paritarias a reclamar cómo vamos a incorporar aquellos 450 más los $ 120 y $ 60 otorgados por decreto. Y a partir de allí veremos cuánto más pedimos en base al costo de vida, no en función de los índices mentirosos del gobierno, sino de lo que realmente necesitamos los trabajadores. Por supuesto, sin respetar ningún techo salarial.
Si logramos eso, el ingreso menor pasaría a estar en el valor de la canasta familiar que está calculada en $2400.
A su vez, estamos sufriendo recortes por el famoso impuesto a las ganancias. De manera que también vamos a reclamar a la conducción burocrática de Pedraza -porque nos excede dar esa pelea solamente desde nuestros Cuerpo de Delegados-, que lleve al seno de la CGT el pedido de que se eleve el mínimo no imponible para que dejemos de pagar esa carga vergonzosa.
A su vez, en estos años hemos empezado a recuperar conquistas históricas entregadas por la burocracia a las concesionarias privatizadoras. Por ejemplo, fueron recategorizados casi 700 trabajadores de las ex líneas Sarmiento y Mitre, eliminando “oficios varios” y creando oficios específicos (plomeros, carpinteros, ebanistas), que rompe con la flexibilidad laboral. Al imponer descripciones de tareas, fuimos contra la flexibilización aceptada por la conducción de la Verde, generando así nuevos puestos de trabajo y reclacificaciones. Por ejemplo, se extendió la atención del estrés pos-traumático (que sufren los compañeros por su labor) a los compañeros expuestos y no solo a los Guardas; se eliminó la tercerización, lo que permitió incorporar a sus trabajadores a Control de Evasión (de pasajes), igual que con Supervisión de Limpieza. Y los operadores de Control Trenes (manejo de tráfico del servicio) fueron incorporados a nuestro convenio.
Vamos a empezar entonces en estos días a hacer asambleas en los lugares de trabajo para que sean los compañeros los que determinen cuánto vamos a pedir. Sin duda, el criterio mayoritario es que no podemos darle tregua a la inflación.
En relación a cómo pedir y con qué mecanismos, desde que ganamos los cuerpos de Delegados del Mitre y Sarmiento -ésta es la quinta paritaria que vamos a afrontar-, todo lo votamos en asamblea, incluidos los paritarios que nos van a representar. Ellos son los que van a las negociaciones, con mandato. A mi me vienen votando los compañeros para que los represente, y nos hemos impuesto una regla: no sólo todo se discute en asamblea, sino que para nosotros también es sagrado que nada se firma si no es ante una nueva consulta con los compañeros, evaluando si se acepta o no lo que nos ofrecen. Es decir, nada se firma si no es ad referéndum de asamblea.
Fuente: El Socialista
