septiembre 07, 2008

Fuera TBA

Reestatización bajo control de los trabajadores y usuarios

Cualquier usuario/a del Sarmiento puede describir la bronca, el hartazgo que se siente cada día cuando hay demoras inexplicables, cancelación de servicios y condiciones infrahumanas de viaje. Todos hechos que en su mayoría se producen por deficiencias técnicas en las formaciones producto de la falta de mantenimiento e inversión. Esa bronca se acumula y en el momento menos pensado explota y trasciende a nivel nacional. Esto fue lo que sucedió en noviembre de 2005 en Haedo y este 4 de septiembre en Castelar y Merlo como epicentros de la indignación que recorrió toda la línea durante las cinco horas que Trenes de Buenos Aires (TBA) tuvo suspendido el servicio.

Lo que desató la bronca de los pasajeros el pasado jueves no es más que un ejemplo de esto. Ese día, quienes más tarde protagonizarían el corte de vías en la estación Castelar, habían sufrido el maltrato de la empresa desde las 6 de la mañana. Hubo un tren detenido 45 minutos en la Estación de Merlo que generó demoras en toda la línea, mientras la gente se acumulaba en las estaciones. Entre Ituzaingó y Castelar el tren se detuvo nuevamente por un desperfecto técnico que ocasionó explosiones y los vagones, ya irrespirables por la cantidad de gente, comenzaron a llenarse de humo. Las puertas estaban cerradas y los pasajeros empezaron a romper las ventanas para salir, hasta que lograron saltar a las vías. Caminaron hasta la estación de Castelar, donde no recibieron ninguna explicación. Toda esta situación llevó al corte de vías y a la reacción contra los trenes en Castelar y en Merlo.

Frente a estos hechos desde el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) afirmamos que la verdadera violencia es la que imponen las empresas que gestionan el servicio de transporte ferroviario, con la total complicidad del gobierno nacional, al someter a condiciones infrahumanas a millones de pasajeros que día a día viajamos en los trenes cual si fuésemos ganado. Y que frente a tamaño atropello la enérgica respuesta demostrada por los usuarios constituye un acto de plena justicia y dignidad que nuestra organización reivindica y considera legítima. Sin embargo, en el marco de estos hechos espontáneos se produjeron agresiones a trabajadores de TBA que repudiamos. Ellos son laburantes como los que viajamos en el Sarmiento. Los enemigos de los trabajadores ferroviarios y de los usuarios son los mismos: la empresa TBA, cuya concesión está en manos de los hermanos Cirigliano y el gobierno (con la Secretaría de Transporte de Ricardo Jaime a la cabeza) que subsidía a la empresa siendo complice del saqueo que realiza.

Cirigliano y Jaime son los que hoy deberían estar siendo indagados por la justicia por el robo permanente de los recursos del Estado, y las condiciones del servicio a la que someten a los más de 9 millones de pasajeros que por mes transporta la empresa en esta línea. Pero los que están detenidos son trabajadores, que nunca pudieron llegar a destino. Los usuarios de este ramal somos laburantes que perdemos el presentismo en nuestros trabajos por las demoras del servicio y debemos agregar a nuestra jornada laboral la impredecible duración del viaje.

La operación de los medios, al servicio del gobierno y de TBA fue muy clara. Enfrentar y responsabilizar a los pasajeros, difundiendo la versión de la empresa que a las 10 de la mañana decía que "los trenes no andaban porque los usuarios cortaban las vías". Desconociendo que los problemas técnicos además de generar demoras, son una fuente de posibles accidentes fatales. Desde hace años, las organizaciones sociales y políticas con presencia en la zona oeste del conurbano venimos denunciando que los trenes de la línea Sarmiento son un potencial "Cromañón sobre ruedas". Con un sistema de señalización de 1812, sin túneles para el cruce de vehículos y sin el mantenimiento necesario, lo que mañana podrá ser presentado como un "accidente fatal" será una masacre de la que serán responsables TBA y el gobierno a cargo de controlar los servicios.

En este sentido, los hechos protagonizados por los usuarios de TBA son presentados por los medios de comunicación como acciones de inexplicable "barbarie y vandalismo". La teoría del gobierno de los infiltrados y del "sabotaje" siempre está a mano para deslegitimar cualquier protesta popular y no asumir sus propias responsabilidades. Quienes viajamos a menudo en el Sarmiento sabemos que cuando se detiene el tren que va repleto al finalizar una jornada de trabajo, muchos pasajeros amenazan con "otro Haedo" a la empresa. En este caso, además hubo más de 2000 pasajeros, que decidieron no moverse de las vías hasta que un vocero de TBA se acercara a dar explicaciones. ¿Cuál fue la respuesta? Un operativo represivo con gases, balas de gomas y un saldo de 7 detenidos, que hasta el viernes por la noche estaban incomunicados y sufrieron aprietes por parte de la policía para que acepten defensores oficiales, en lugar de los que ofrecían los organismos de derechos humanos. Fue gracias a la presencia de estos últimos, los usuarios y las organizaciones en la puerta de la comisaría 3º de Castelar que pudo conocerse, 12 horas después, la identidad de los detenidos y establecer comunicación con sus familias.

Aníbal Fernández, ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, plantea la insólita versión del "sabotaje", señalando como "instigadores" al Partido Obrero y otras fuerzas. Casualmente la fuente que aportó datos sobre militantes del PO de Merlo, fue Raúl Othacehé, intendente de este distrito. El mismo que por medio de su patota agredió a los docentes que ese día se movilizaban a la Casa de la Provincia de Buenos Aires en el marco del plan de lucha del sector. Nos solidarizamos con las organizaciones populares a las que el gobierno kirchnerista pretende culpabilizar para convertirlas en "chivo expiatorio" de sus propias responsabilidades, en lo que constituye una nueva muestra de persecución política a las organizaciones en lucha y de criminalización de la protesta social.

Días atrás el gobierno nacional anunció el pago de US$ 6.700 millones al Club de París, mientras el hambre, la inflación, la falta de salud y educación no dejan de golpear al pueblo trabajador. Del mismo modo, durante el 2008 los subsidios a TBA ascenderán a 140 millones de pesos, pese a que el sistema ferroviario se encuentra devastado. Ambos casos dejan en claro cuáles son las prioridades del gobierno de Cristina Kirchner, que pese a su discurso progresista no hace otra cosa que favorecer con sus políticas a distintos sectores de las clases dominantes. Ésta es la única "redistribución" de la riqueza que promueve este gobierno, la que asegura que la riqueza que producimos los trabajadores y trabajadores vayan, cada vez más, a manos de explotadores.

¡Libertad inmediata de todos los detenidos en el reclamo popular contra TBA!
¡Desprocesamiento a los imputados por los hechos de Haedo en 2005 y ahora en Castelar y Merlo!
¡Fuera TBA y todas las concesiones privadas de los ferrocarriles!
¡No al negociado del Tren Bala!
¡Por la estatización de los trenes, sin indemnización, bajo control de los trabajadores y usuarios!
¡El Martes a las 17 hs todos a la estación de Castelar!

Movimiento de Izquierda Revolucionaria
(MIR)