Realmente si fuera por la secretaria de transporte hace ya mucho tiempo que nuestro país sería un país trenless, es decir libre de trenes.
No hay proyecto o sistema ferroviario en este país en el que desde esa famosa secretaria no se lo haya boicoteado, sobre todo si le servía a la gente común y sobre todo si esa gente es pobre.
Lo del Gran Capitán no es nada más que otro capítulo de esta larga serie de la destrucción sistemática de nuestro sistema ferroviario.
Es una flagrante mentira que a esta secretaria le importen los humildes usuarios del sistema, ya que si eso fuera cierto jamás hubieran dejado correr trenes a personajes como Taselli, ni permitir que el deplorable estado de los trenes de Ferrobaires se haya convertido en un clásico o que TBA haga lo que hace,
TEA, o sea la empresa que manejaba el Gran Capitán, es un mal ejemplo por donde se lo mire, una empresa que jamás recibió subsidios y que por lo tanto jamás pago ningún peaje en la dichosa secretaria ni tampoco se le cayó ninguna monedita en el momento de recibir los subsidios.
No defenderemos aquí a TEA porque es más indefendible que la propia secretaria de Transporte y eso es mucho decir.
Pero acusar a TEA que el Gran Capitán no cumplía horario, es demasiado aun para gente que para inaugurar un nuevo servicio saca los vidrios de un lado y los pone del lado que se sacarán las fotos, aun para este bajísimo estándar moral acusar a TEA de los atrasos de su Gran Capitán es una bajeza inigualable.
El Gran Capitán descarrilaba viaje por medio, y la culpa no era de TEA que tenía una cuadrilla de vía que viajaba con el tren, la culpa era y es de ALL que no puso un mísero peso en arreglar la vía que le fue dada en concesión o que ponía sistemáticamente un carguero delante del Gran Capitán para evitar que este llegase a horario, aunque la frecuencia de este carguero fuera de uno cada quince días.
La culpa de última, era y es, de la secretaria de transporte que no controlo ni controla ninguna de las concesiones y por lo tanto permitió hacer lo que hacen cada uno de los concesionarios de carga.
Si le explicamos a un extranjero que la secretaria de transporte es manejada por La Fraternidad que es un gremio ferroviario y además le decimos que esa secretaria es uno de los principales escollos para que el sistema ferroviario vuelva a florecer nos diría que estamos locos y que eso no es posible.
Sin embargo es así, y las razones de eso debemos buscarlas en las metodologías inauguradas por el inefable Jaimito que al igual que el Riojano no están ni prófugos y no existe peligro que lo estén, por lo menos por los próximos cuatro años.
El problema es la caja, TEA es una caja vacía.
Pero TBA es otra cosa, si hasta un avión le habían regalado a Jaimito.
¿Qué habrá prometido TBA a cambio del Gran Capitán ?
No menos de un Jumbo, realmente no nos alcanza la imaginación para pensar que puede ofrecer TBA mas que TEA, además del peaje por supuesto.
Pero, la pregunta del millón, es quien pagara el costo político de esta nueva tropelía, seguramente la Cris y los usuarios que se quedaron varados en sus pequeños pueblos y lejanos pueblos.
TBA no correrá el Gran Capitán o lo hará una vez para las fotos, tal como el tren a Uruguay y tantas otras promesas para las fotos de los diarios y el costo político lo pagara la Cris.
Que no importa, que la gente olvida rápido ? Si puede ser, y también creo que es una pena por un vuelto tan chico quedar tan mal y hacerle el mal que le han hecho a los miles de usuarios del ex Gran Capitán
CNST
