Gobierno sin gestión es solo corrupción
El problema del transporte en nuestro país es un tema
grave del que nadie quiere hablar pero del cual muchos hacen un lucrativo
negocio.
Negocio este que se encuentra en las antípodas del bien
común, unos 7500 muertos durante el año pasado cifra que seguramente
superaremos este año, es más o menos como tener todos los años 10 guerras de
Malvinas y tal como aquella el flagelo del transporte se nos lleva
preferentemente a los más jóvenes. La cifra nos habla de la magnitud de la
sorda catástrofe que estamos sufriendo.
Sería fácil decir que estas muertes se producen por la
fatalidad y que nadie sale beneficiado con ellas, pero esto no es así.
Si bien gran parte de las mismas se deben a la
imprevisión y a la falta de controles de
un estado ausente, ese mismo estado que se rasga las vestiduras cuando habla
del tema y gasta millones en campañas
que si bien son mejor que nada son eso
nada más.
A la catástrofe que significan estas 7500 muertes hay que
sumar los desproporcionados gastos que hacemos para transportar nuestra cosecha
a puerto y todos los demás transportes que realizamos para mantener funcionado
nuestro país.
El total de cargas por carretera que se transporta en
nuestro país es de más o menos unos 2 GTkm . es decir un 2 seguido de 12 ceros
si tomamos un valor medio de 30 centavos por tonelada kilometro estamos
hablando de 600.000 millones de pesos de los cuales haciendo un cálculo
conservador nos podríamos ahorrar la mitad.
¿Se imaginan lo que se animaría a hacer la Cris si
dispusiera de una caja así todos los años?
En resumen el transporte nos consume todos los años 7500
vidas humanas mas 600.000 millones de pesos debido fundamentalmente a la
irracionalidad en la que lo efectuamos.
Para tener una idea más cabal de lo que estamos hablando el total de
nuestra enorme deuda externa es de 1.200.000 millones de pesos, lo que
podríamos ahorrarnos con un sistema de transporte medianamente racional seria
nada más y nada menos que ¼ de ese valor.
Es decir con lo que ahorráramos si quisiéramos podríamos
pagar la deuda en 4 años.
Lo que enunciamos aquí es el problema, la siguiente
pregunta es quién se beneficia con esta catástrofe?
En nuestro país existen dos beneficiarios directos de la
misma que son los fabricantes de motores de combustión interna y los
fabricantes de automóviles.
Tanto unos como otros se benefician de la irracionalidad
del sistema y nada tiene que hacer para
ello siga ocurriendo, para eso están los políticos los cuales simplemente no
tiene idea del problema y por acción u omisión simplemente permiten que pase.
Continuaremos hablando del tema.
CNST
ACTOS DEL TREN
Charla sobre TBA y el futuro de nuestros Ferrocarriles
Esmeralda 288 4to
Piso
Lunes 4 19 hs
Ciudad Autónoma de Buenos Aires.