Gobierno sin gestión es
solo corrupción
En unos días nuevamente
se celebrara una nueva elección de la Unión Ferroviaria.
Todos los ferroviarios
sabemos que no es posible recuperar ni volver a tener una gran empresa
ferroviaria Nacional si antes no recuperamos nuestro gremio.
También sabemos el
triste papel de cómplices del neoliberalismno que jugó la actual conducción
Verde del gremio.
Sabemos también la
complicidad de los verdes con el manejo de los tercerizados y con la muerte de
Mariano Ferreyra.
A pesar de todo ello,
los numerosos y valiosos compañeros que tenemos dentro de la empresa y en el
Roca en Particular no han sido capaces de formar una lista de unidad que
enfrente a esta verdadera mafia de los verdes.
Han pasado casi 20 años
desde la pérdida de nuestra empresa y por lo menos cuatro elecciones y todavía
no hemos aprendido a dejar de lado nuestras especialísimas personalidades en
función de la unidad.
Y lo mas contradictorio de todo es que nos
hacemos llamar de “izquierda” y además decimos que militamos por nuestra clase
que también decimos que es la clase obrera, pero a pesar de ello nuestras
miserias nos desunen y en la práctica nuestro accionar favorece a los enemigos
de nuestra clase.
Recitamos casi de
memoria extensos pensamientos de antiguos pensadores héroes o aun mártires de
nuestra clase que a través del correr del tiempo nos fueron marcando el camino
a recorrer, o por lo menos las trampas en las que no debemos caer, pero en la
práctica nos hemos mostrado incapaces de auto organizarnos y agruparnos dejando
de lado nuestras miserias y debilidades pequeño burguesas que contaminan absolutamente
todo nuestro accionar.
Cuando los Sovieticos
fueron invadidos por los Nazis debieron volver al concepto de Patria para
organizarse y enfrentar al enemigo exterior, hoy nosotros nos encontramos
frente a un enemigo mucho más peligroso
e insidioso que aquel.
Aquel enemigo vestía un
uniforme y era fácil identificarlo, hoy nuestro enemigo interno viste y habla
como nosotros, sin embargo es tan o más peligroso que aquellos Nazis.
Nuestro enemigo es tan
poderoso que incluso se encuentra dentro de nosotros mismos, y es allí donde
debe comenzar la pelea.
Nuestro enemigo no es ni
siquiera el gobierno en bloque, sino más bien algunos de sus integrantes que en
función de un efímero provecho propio están llevando a lo que podría haber sido
un camino hacia la liberación hacia un camino hacia el desastre y aun nuevo
baño de sangre como ya hemos vivido en nuestra patria.
Combatir a este enemigo
se vuelve así una obligación, casi como la de sobrevivir, y no hacerlo
significara que en un futuro más o menos cercano muchos de nosotros caeremos en
la purga que inexorablemente sobrevendrá a la caída de la Cris y su gobierno.
Enfrentamos como enemigo
principal al neoliberalismo, pero en el medio tenemos a nuestro gobierno el
cual ha cambiado el histórico “liberación o dependencia” por un más pragmático
“populismo de estado o liberalismo” el cual sino tiene el contrapeso de la
clase trabajadora organizada se convertirá sin duda en un fascismo latinoamericano
sui generis.
El concepto de Patria
que defendían los Soviéticos en la segunda guerra es seguramente muy distinto
al que tiene los paquetisimos golpeadores de cacerolas del Barrio Norte y
seguramente distinta de la cual soñamos la mayoría de los trabajadores.
Es eso y nada más que
eso, es lo que se encuentra en juego, que modelo queremos, que modelo somos
capaces de construir, entre uno y otro las diferencias son abismales si
triunfan los verdes o los golpeadores de cacerolas los obreros la pasaremos
mal, tan simple como eso.
Si somos capaces de
organizarnos haciendo de lado nuestras diferencias y mezquindades el futuro es
nuestro, si no somos capaces de hacerlo, la historia nos juzgara y nos
condenara por incapaces y nuestros hijos nos maldecirán por haberles dejado la
patria que tendran.
No hay salida por el
lado de los indignados ni por las revoluciones instantáneas realizadas por
internet, las cuales al no contar con organización real terminan siendo un
vehículo de entrada del imperialismo, de la misma manera de que tampoco hay
salida desde la pureza del vanguardismo de los partidos o agrupaciones que
tienden a cero militantes en la misma medida que a su juicio ajustan su
ideología a una única purísima y refinadísima verdad la cual nunca llevaran a
la práctica por no contar con la masa mínima que se los permita.
Solo alcanzaremos la
victoria si somos lo suficientemente inteligentes como para evitar caer en el
ultraísmo y al mismo tiempo no dejarnos cautivar por la indignación sin organización,
solo la organización vence, y si no me creen pregúntenle a los verdes.
CNST
ACTOS DEL TREN
MIERCOLES 10
Nos encontramos en la
histórica Plaza de Mayo para volver a tener un país para todos y para todas.